Sobre mí

Tras haber probado suerte en Empresariales, donde aterricé casi porque me equivoqué de puerta por uno de esos errores que cometes cuando se te está acabando la pubertad, decidí que, lo mío, eran los idiomas, las letras, y no los números. Cambié de carrera, cambié de ciudad y de amigos, abandoné mi amada isla y marché a la península para estudiar Traducción e Interpretación.

Tras cuatro años viviendo la vida universitaria en todos sus aspectos (el aspecto académico, el fiestero, y cualquier cosa que diese tiempo entre lo académico y lo ocioso), me di cuenta que no había forma de conseguir trabajo, ni en mi isla, ni en otras ciudades de España. Fue entonces cuando me planteé que, si tenía que quedarme en Mallorca trabajando en un bar con alemanes o ingleses, o en el supermercado de al lado de casa, que mejor me iba a Londres y, de paso, practicaba inglés. Y así fue. Busqué billete, avisé a mi madre, me despedí de amigos y me vine, tal cual, con una mano delante y otra detrás (mi maleta, un edredón y una almohada, porque nunca se sabe dónde se va a acabar) :)

Pero como podéis observar, sigo vivita y coleando. Aunque ahora no paro de contar los días para volverme a mi adorada España.