lunes, 26 de mayo de 2008

Sueño soñando...

Algo muy raro. Algo que no debería preocuparme pero que me preocupa por la irrisoriedad de la misma, y porque, cuando menos me lo espero, mi subconsciente se lo pasa pipa mientras duermo.

Soñé esta noche que mi padre le ponía los cuernos a mi madre. Hasta ahí, bueno nada fuera de lo normal (fuera de lo normal, porque, al fin y al cabo, es un sueño), si no fuese porque mis padres llevan separados como 15 años... así que, en realidad eso de "ponerse los cuernos" como que no funcionaría en este caso. Parte de mi estresante sueño era yo intentando convencer a mi madre de lo que mi padre estaba haciendo, mientras mi madre parecía importarle un pito (normal, si total, ya no están juntos). Hasta que por fin, aparezco en el sueño, delante de una puerta tras la cual podía escuchar a mi padre, pasándoselo bomba con dos mujeres. Así que no lo dudo más: entro y me llevo una sorpresa. Mi padre era mi novio. O sea, que al que yo consideraba mi padre en el sueño, tenía la forma física de mi novio. Y ahí estaba, dale que te pego, con una rubia de bote que no conozco y mi madre. ¡MI MADRE! Así que, eso de que le ponía los cuernos, bueno, no acababa de ser cierto. Se lo estaban montando los tres... Así que, la Curri del sueño, le empieza a echar la bronca a la madre-de-Curri del sueño (que, por cierto, tenía el pelo teñío de rojo y aparentaba unos 35-40 años, y no 64 como tiene). Y mi madre, diciéndome que lo sentía pero que no podía evitarlo, y que le gustaba hacerlo así, a tres bandas... y la Curri del sueño que seguía echando broncas, y la Curri real (o sea, yo, la sufridora) que no se podía creer lo que estaba viendo... digo soñando.

Finalmente, tras el segundo sermón al padre fictíceo, me desperté, alterada y encabronada por el tipo de sueño sin sentido que había tenido. Encabronada porque, encima, no tengo a nadie que me lo explique... "Doctor, ¿es muy grave?" "Bueno... no sé qué decirte..."

En fin, estoy despierta y viva y gracias a dios mi madre no tiene el pelo rojo (aunque le quedaba bien) ni 40 años ni mi padre es, bueno... eso, que mi padre no tiene el cuerpo como para tres bandas (vamos, ni una banda yo creo). Qué dura es la vida...

No hay comentarios:

Publicar un comentario