martes, 10 de marzo de 2009

¡Hagan sus apuestas!

Por fin he podido empezar el testeo ese de apuestas por medio del teletexto de la televisión. Y la verdad es que, de momento, parece que conseguiré bastante dinerillo con ello porque está plagado de errores.


El sistema es simple: con el teletexto activado, entras en la página del juego, apuestas por ciertos números y llamas por teléfono para realizar la apuesta. Lo bueno es que te dan un documento planificándote la forma de realizar el testeo (o pruebas), así puedes seguirlo y te aseguras de que no te dejas nada, con lo cual, pues mejor, menos para pensar. Pero, antes de empezar a realizar apuestas, necesitas abrirte una cuenta. Dale al teléfono... Pim-pam-pum, ¡con lo que me gusta a mí llamar por teléfono! :) Pues hala, marco el número, pruebo... mensaje de error. Vale, pruebo otra vez... sigue sin funcionar. Pues hablemos con el encargado. Ah, vale, que necesito un número PIN que no se repita... "Pues me lo podríais haber dicho antes". Y así, una y otra vez, a incordiar al encargado... jijiji, puedes molestar a gente sin que te echen la bronca. ¡No me digáis que no es el sueño de todos! Al final, conseguí abrirme la cuenta (ficticia, por supuesto) a la hora de comer. Descanso hasta las dos. ¡Vaya chollo! Eso sí, espero que me paguen también las horas de espera, porque son un coñazo (vamos, que ni me puedo ir a dar una vuelta por si me reclaman de nuevo).


De momento parece que todo va bastante bien... en el sentido de que he conseguido cosas que no estaban en el plan de pruebas, y al final de la tarde, conseguí que el sistema dejase de funcionar. Y aquí viene el placer: lo que para algunos sería una desgracia, en el mundo del testeo, es la gloria :) Si "rompes" algo, significa que has encontrado un fallo importante, con lo cual, puede arreglarse y no ocurrirá cuando el cliente (el de verdad) esté usando el servicio. La verdad es que todos los trabajos deberían ser así: ¡recompensemos al que la caga!... ¿Qué? Ah... sí... Bueno, tenéis razón con que ya hay muchos trabajos en los que, el que es más tonto o hace menos, es el que cobra más y se lleva los méritos.


Sé que no es lo que se supone que debería estar haciendo como traductora, pero cuando se es alguien con "menos suerte que el resto" hay que cogerse a lo que se pueda. Y para pasarme las horas desesperándome, mirando el reloj y teniendo que estar pendiente del buzón de correo, al menos entretengámonos con "juegos", marcando numeritos en el teléfono e intentando romper sistemas mientras te haces rica, virtualmente, claro. Según me han contado, podría haber ganado unas 500 libras diarias apostando (vamos, tal y como está la libra últimamente, digamos que son unos 500 eurillos). Eso sí, el día que juego con dinero de verdad, con mi dinero, no es tan bonito. Y es que jugar a la loto con el dinero de otros siempre se ve mucho más fácil.

Sigamos apostando...

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