jueves, 25 de junio de 2009

Mi primera famosa

Como ya dije, he estado dos semanas haciendo una interpretación en Vidal Sassoon para un argentino que ha venido a Londres a hacer un curso. Pues bien, después de todo el follón que tuvimos ayer, hoy, en mi último día, tuve una sorpresa muy grata.

Me quedé fuera, en el solecito, esperando a Pablo, hasta que me avisó para decirme que ya empezábamos. En cuanto entré en la sala de prácticas, ahí estaba, en el primer asiento, Kathreya, una tailandesa participante en "Big Brother" (el Gran Hermano inglés) nº 9, el del año pasado... No me lo podía creer. Ellaera una de mis favoritas de el año pasado, por su naturalidad, su frescura, porque estaba un poco locuela, como yo, aunque era mucho más inocente que yo... No sé, a veces le comentaba a Derren que me gustaría conocerla, que seguro que debe ser la bombasalir de marcha con ella. Es ese tipo de persona de las que hay que rodearse porque te hacen ver la vida de un modo muy distinto, una mezcla del punto de de un crío y, al mismo tiempo, una persona adulta que acepta que es mejor andar por la vida con una sonrisa que correr por ella con tristeza.
Y mira, ahí estaba, sentadita, a punto de recibir un nuevo look de manos del cliente al que iba a interpretar (vamos, para el que iba a ir traduciendo).

Empezamos pidiéndole qué quería, y ella dijo que le daba igual, mientras fuese algo moderno y fun (le gusta mucho usar esta palabra). Así que, solo había que dar rienda suelta a la imaginación (la mía, no, la de Pablo). Empezaron con la idea del peinado: corto atrás, largo por delante, escalado por aquí y por allá. Luego, el tinte. Desde violeta muy oscuro, pasando por rojizo y color cobre para dejar luego una mecha color rosa en la parte del flequillo. ¡La verdad es que ha quedado chulísimo! Y lo mejor es que ella no paraba de decir que "this is fun". Un encanto, vamos.
Además, había venido con una amiga tailandesa (no me dijo el nombre), que hablba un inglés casi perfecto y con la que estuve hablando sobre idiomas, ya que se sorprendió que pudiese entender al profesor italiano (Luca) siendo yo española. Y la verdad es que fue muy agradable ver la sencillez de ambas y, sobre todo, que tuviésemos algo en común sobre lo que hablar.
Y como no, no podía faltar la foto, aunque no me di cuenta que teníamos que habernos hecho la foto al revés, yo a la derecha y ella a la izquierda... porque no se nos ve nuestros respectivos peinados.
Creo que voy a tener que quedar con ella otra vez y decirle que hay que repetir la foto :)
Hoy puedo irme a la cama con una sonrisa, por haber conseguido una especie de sueño, al conocer a alguien, digamos famoso, al que me apetecía conocer, más que nada por ver si la realidad superaba a la ficción o no.
Curri

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