martes, 9 de noviembre de 2010

La tranquilidad lleva a la apatía

Aunque parezca mentira, parece que mi cuerpo se siente inversamente proporcional al tiempo libre que tiene. Cuando estoy ocupada hasta las tetas (por así decirlo), no paro de hacer cosas. Ahora llevo como tres semanas en las que apenas me entra trabajo seguido, y parece que esta especie de latencia perpetua me impide hacer todas esas cosas que quería hacer hace un mes cuando no podía ni descansar cinco minutos. Similar es la sensación que tengo cuando me dan un trabajo cortito, que sé que puedo hacer en una hora o dos, como mucho, pero me dan un plazo de uno o dos días... Parece que no consigo concentrarme y, al final, acabo siempre en el último momento, corriendo, tecleando sin parar, hasta que la traducción está finalizada. Por supuesto, antes del plazo de entrega, pero no sin el estrés que conlleva saber que, de nuevo, lo he dejado todo para el final.

"Doctor, ¿es grave?"

Imagino que lo será dependiendo de cuál sea la causa. Sé que me distraigo fácilmente, sobre todo si estoy aburrida. En el cole, siempre me llamaban la atención por hablar, aunque la mayoría de las veces coincidía porque me pillaban empezando a hablar justo cuando la clase entera decidía que ya no había nada más que decir, y se callaban. Gracias a dios, compensaba los negativos que me ponían con buenas notas, y siempre acababan quitándomelos. Pero creo que siempre he encontrado difícil estar sentada y empollar, aunque siempre me salía con la mía (por cabezonería, más que por otra cosa).

Siento que me ocurre lo mismo ahora con el trabajo. Si me aburro, me deja de gustar lo que esté haciendo (aunque sea no hacer nada, lo que suele ser la causa mayor de mi aburrimiento), y empiezo a distraerme. Y no basta con que mi Curri-buena le eche la bronca a la Curri-mala, simplemente porque la Curri-mala es muy mala, y muy cabezota, y está siempre jodiendo la marrana. ¿Alguien más tiene un Yo-malo que no le deja en paz?

Pues así he estado un mes, peleándome con mi Curri-mala, porque yo quiero hacer montones de cosas que no podía hacer hace un mes por falta de tiempo, y ella no me deja. Tengo que continuar empezando a preparar la ponencia en Barcelona (sí, dije «continuar empezando a preparar», porque empecé el otro día, pero ahí lo he dejado, en un empiece). Tengo que ir a ver al contable para que me haga la declaración de la renta, que me veo ya, como el año pasado, yendo cuatro días antes del fin del plazo. Lo sé, no está bien. Tengo que hacer lo del curso de fotografía, que se me está atragantando por no poder entender qué coños quieren que haga con la tarjetita gris para equilibrar el balance de blancos, porque me he leído las instrucciones tres veces, y no lo entiendo. Tampoco me tengo que olvidar de crear una entrada nueva para ambos blogs de localización (¿o debería decir, correctamente, bitácoras de localización), que ya tiene tela (¿quién me ha mandado a mí meterme en esos berenjenales? Al menos espero que sirva para algo). Por no hablar de que aún me queda mucho para conseguir poner al día este blog, y con ello no me refiero a esta entrada que estoy escribiendo, sino los cuatro primeros años que tengo abandonados en diarios y correos electrónicos y que, por supuesto, también quiero compartir.

Pero aún se me han añadido más cosas, no os creáis que esto se acaba aquí. Empezando por la lista de prendas que tengo por coser (lo dejo para luego, y así estoy, con agujeros por todos lados, ja, ja, ja), la búsqueda de piso nuevo, que el dueño nos ha dicho que en abril vende el piso, o la búsqueda de hoteles en Barcelona para los dos viajes que me echaré y hotel en Nueva York, que por fin voy a poder cumplir uno de mis sueños.

¿Que os parece poco? Anda y que os den :) Encima, el tiempo que estamos teniendo me quita las ganas de hacer nada. Al menos, si fuese soleado, me animaría a hacerlo todo rápido para poder salir de casa antes, pero entre que está nublado y que, a las 4, ya es de noche, tampoco tengo ganas de eso.

Voy a ver si ahora que me he descargado, consigo concentrarme.
Besos.

10 comentarios:

  1. Ais, qué identificada me siento!

    A mí me pasa muchas veces también. Cuando estaba con la carrera me moría de asco porque no tenía tiempo de hacer NADA, y cuando la acabé, me sentí taaan libre, que pensé que haría muchas cosas.

    Lo malo es cuando te entra el aburrimiento supino, que no hay manera de quitarlo. Y piensas "Debería hacer X" o simplemente "Hace días que quiero hacer Y [ahora llamada "ye" ¬¬ suena muy mal "hacer equis o ye"), por qué no lo hago ahora?", pero no hay manera, algo en ti no acompaña.

    Lo mejor es que pase ese estado, pero a veces dura más de lo que una quisiera, jaja.

    Ánimos, y piensa que si has escrito una entrada en el blog, no es tan grave como piensas!

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  2. Gracias por los ánimos y por sentirte identificada... Me hace sentirme mejor XD
    Ahora estoy medio haciendo algo. A ver si lo acabo y me pongo a medio hacer otra cosa ^_^

    Vuelve cuando quieras. Me encanta que comenten.

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  3. Esto nos pasa a todos, creo yo :P Yo ahora tampoco trabajo muy seguido y creo que desaprovecho bastante el tiempo (bueno, hago cosas, pero tengo la sensación de que podría hacer muchas más).

    Curiosamente, cuando estaba en Nintendo, luego llegaba a casa y me ponía a hacer un montón de cosas. Eso sí que era aprovechar el día (me refiero a cuando no estaba de farra por ahí, claro :)).

    Por eso, como escribí en el blog de Ana el otro día, ¡¡¡hay que estar activoooo!!! Solo así haremos más y más cosas. :P

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  4. Sí, Pablo. Ya lo dijo por ahí un sabio: La inspiración te tiene que pillar trabajando.
    A mí es que siempre me pilla cuando estoy tumbada en la cama e intentando dormir... La japuta, que siempre llega en los peores momentos ;)
    Gracias por el comentario :)

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  5. ¡No es apatía! ¡Es ociosidad (bueno, yo lo llamo ganas de rascarme el chirri/barriga)!
    Hay gente que se nos da mejor trabajar con presión, eso está claro. ;-D Que sea bueno o no... Mmm... ¿Qué más da? XDDD

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  6. Jjjjj, el chirri XD

    Supongo que, si siempre he ido "bajo presión", por algo será :) Pero es que así, nunca tengo tiempo que rascarme el chirri ;)
    Gracias guapa por tu visita.

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  7. Curri, échale un ojo a la Ley de Parkinson :)

    http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Parkinson

    El tener más o menos cosas que hacer es completamente irrelevante. El tiempo empleado en hacer las tareas siempre es directamente proporcional al tiempo que se tiene para hacerlas :)

    Luego si tienes que hacer 4 cosas en una semana, o si tienes que hacer 2 cosas en una semana, da igual. Ambas situaciones te llevaran exactamente una semana. Tu estado de latencia es la respuesta biológica de tu cuerpo para poder cumplir la Ley. Tu cuerpo detecta que, si trabajase al ritmo "normal", acabaría el trabajo antes de una semana, lo cual rompería la ley de Parkinson. Puesto que el universo conspira para mantener las leyes, tu cuerpo rebaja los biorritmos hasta que vuelves a una "velocidad de crucero de trabajo" que permita que el tiempo empleado en la tarea se expanda hasta ocupar plenamente el tiempo disponible en la tarea :)

    Esta es una ley tremendamente importante. Y, como todas las leyes, puedes buscar "recovecos" en la ley que te permitan flexibilizarla y plegarla, de modo que te aproveches de ella en tu beneficio.

    Por ejemplo: asignate menos tiempo para realizar las tareas. Verás que funciona :). Ese trabajo o tarea que tienes que tener para diciembre, cambialo. Asignate un tiempo para hacerlo menor (como para la semana que viene). ;)

    Esto, y la ley de Pareto, son dos de las claves para un uso eficiente de los recursos personals y del tiempo :)

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  8. El problema es que, aunque me ponga como plazo la semana que viene, mi inconsciente aún sabe que, realmente, tengo tiempo hasta el día antes de coger el avión e irme a Barcelona ^_^

    Muy interesante lo de la Ley de Parkinson. Entre esa y la Ley de Murphy, me tienen la vida puteada ;)

    Gracias, como siempre, por tus intervenciones :)

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  9. :)
    Otra versión es, en lugar de asignarte un plazo menor, asignarte un número mayor de tareas. En lugar de tener que hacer ese trabajo antes del lunes, ponte 4 o 5 cosas más que hacer. Por ejemplo, empieza un blog ^_^
    Así tendrás 5 o 6 tareas que completar antes del lunes, lo cual forzará al universo a reducir el tiempo empleado en cada una de forma que encaje con el tiempo disponible jajaja.

    Por ejemplo, cosas que podrías ponerte de tareas: apuntarte a pilates o baile, aprender un nuevo idioma, hacerte una página web, revisar tus tareas pendientes, aprender a usar herramientas 2.0 (como google apps), y leer un libro. Te recomiendo "la jornada de trabajo de 4 horas semanales", más que nada porque habla de la ley de Parkinson y la ley de Pareto (ésta también es importante: dice que el 80% de tus beneficios provienen del 20% de tu trabajo. De hecho, dice que absolutamente todo se reparte en proporciones 80-20. El 20% de la población tiene el 80% de la riqueza, el 20% del código de un programa tiene el 80% de los errores, el 80% del trabajo lo harás en el 20% del tiempo disponible, etc)

    Así cuando te propongas hacer la tarea para mañana, tu cuerpo se lo creerá. Porque sabes que de aquí al lunes tienes otras 10 cosas que hacer :D

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  10. Gus, estoy en ello. Solo que ahora hago un poco de cada durante el día XD. No sé si acabaré todos y a tiempo, pero lo intentaré.

    Ya os avisaré :)

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