sábado, 6 de diciembre de 2008

Murphy's Law... O la ley de Murphy

Como tantas veces, el Sr. Murphy vuelve a tener razón. Aunque esta vez no me puedo quejar de que me haya pasado. El mes pasado fue muy duro, laboralemente hablando. La mayor fuente de ingresos que tenía dejó de existir, y Octubre no es un buen momento para introducirte en agencias de traducción o convencer a gente para que te escoja en pos de otros, por lo que, a pesar de mis insistencias, en la mayoría de las agencias me ignoraban o me decían que ya me enviarían, pero nunca enviaban nada. Y así estoy, enviando una cantidad innumerable de currículums a compañías nuevas, pero pocos son los que dan respuesta alguna. Y es que, entre la crisis y que no es la mejor época del año, me da la sensación de que estoy en la profesión errónea.

Como decía Murphy: "Si algo puede salir mal, saldrá mal". Cuando decidí rechazar la oferta en EA para quedarme en casa haciendo lo que había soñado hacer desde que empecé la carrera sabía que había posibilidades de que la situación en la que estoy ocurriese. Porque, dicho sea, trabajar de forma autónoma no es la forma más segura de saber exactamente cuánto dinero entrará en tu cuenta bancaria cada mes... si es que entra algo. Los riesgos haberlos, hailos, pero tal vez confié demasiado en mí misma como para hacer caso a la vocecita en mi interior. Porque, a ver, sí que es verdad que hay épocas malas, pero si a todo el que decide meterse a traducir de forma autónoma le fuese mal, no quedarían traductores. Así que pensé que a mí no me pasaría. Bendita ilusión. No había caído con que la crisis vendría justo en el momento en el que hay menos movimiento de traducciones, justo en el momento en que Synthesis decidía "prescindir de mis servicios" abogando razones un poco sospechosas, justo en el momento en que más necesitaba el dinero...
Porque, "si algo puede salir mal, saldrá".

Y aquí estoy, adquiriendo una rutina diaria de llamar a todas las puertas posibles, de volver a visitar y recordar que sigo existiendo. Pero parece que ya he llegado demasiado tarde para que me consideren "traductora habitual" y solo pertenezco al grupo de los de "por si los habituales tienen demasiado trabajo, enferman o se mueren"...


Si alguien me hubiese avisado de que iba a encontrarme en una situación así, no habría dicho que no a EA. Me habría quedado con ellos aunque acabase harta de viajar, aunque trabajase como una burra, aunque mi día se limitase a trabajar, regresar a casa y dormir... pero, al menos, tendría un sueldo fijo a final de mes y estaría adquiriendo experiencia en algo que me sirve para el futuro. Es de las pocas veces que me arrepiento de no haber hecho algo y, encima, me tengo que tragar las malas consecuencias.

Y es que Murphy se empeña en recordárnoslo... "Si existe la posibilidad de que varias cosas salgan mal, la que cause más prejuicios será la única que vaya mal".

Curri

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