domingo, 14 de noviembre de 2004

A la tercera no; a la cuarta.

La última entrevista que tuve fue el lunes siguiente (8), en un restaurante italiano (La Nonna, oséase, la abuela) y cuando llegué (después de que el chico de la agencia hubiese llamado para concretar la cita) me dijeron que el mánager no estaba y que le diera el teléfono para que me llamase el mánager en cuanto llegase, ver cuándo podía empezar. Así que pensé: otro pa la lista de los "Ya te llamaré". Bueno, eso no es problema porque ya me estoy empezando a acostumbrar, y mejor no tomarse todo demasiado a pecho y tirar pa'lante.

Ni corta ni perezosa, y como la vida son cuatro días y tres está lloviendo (aquí sí), me largué ese mismo lunes de juerga con dos camareros que conocí en el restaurante español en Putney. Sí, lo sé, es lunes... ¿Y qué? Esto es ciudad universitaria y aquí los universitarios salen cada día, ¡¡¡jajaja!!! De todas formas, me lo merecía, porque en un mes que llevo aquí aún no había pisado un "club" y eso aquí, en Londres... ¡¡Es pecado!!
Pues fuimos a un bar australiano (Walkabout) en el que las bebidas costaban £1. Eso sí, solo cervecitas de las baratas y combinados tipo "Breezer", que aquí se consumen mucho... nada de cubatas. Esos te los cobran y encima nada de vaso de tubo, no... un vaso de los de agua con más hielos que en el Mc Donalds. Pues yo toda emocionada, reviviendo los momentos universitarios que dejé atrás... y a las 3 de la mañana empieza a sonar una campana (teniendo en cuenta que, entre transbordos y demás, llegamos a las 12:30 de la noche... se me había hecho demasiado corto). Hala, que cierran. Esto no es como España, no, pero bueno, me supo a bien. Y, por supuesto, hay que repetirlo (y animo a todos los que vengan por aquí a que lo hagan porque es muy diferente a lo que estamos acostumbrados). Lo mejor era que no había nada de Bisbal ni OT ni "cutre-música" que se escucha siempre en España.

Bueno, sigamos con las responsabilidades laborales. Como aún no tenía trabajo (o eso pensaba), volví a la agencia el miércoles (9 de nov.) por la mañana y, mientras estaba esperando a que me diesen el sobrecito con la recomendación (sí, sí, la agencia será un poco cutre, ¡¡pero te envían a las entrevistas con recomendación y todo!!), va y suena el teléfono... Yo ya creía que era por lo del piso. Pero no. Era el mánager de "la Nonna", que si podía ir a verlo para hacer la entrevista. Bueno, pos vamos. En esto, el chico de la agencia ya me estaba mandando pa otro trabajo, y le dije que si primero podía ir a este. Si. ¡¡Pues p'alla voy!! Fui, me explicó cómo iba todo, pero no me acababa de convencer el sueldo (al principio todos se aprovechan de que debes tener cara de medio lelo cuando te hablan que te dan mierdecillas). Así que, llame de nuevo a la agencia, y le dije que si podía ir a la otra entrevista, porque no me convencia el dinero que me pagaban en este restaurante (y mas aún ahora que ando justa de pelas). Me dio la dirección y fui. Este restaurante era un poco más rollo "EL PADRINO". En serio, era así como oscuro y el tío me hablaba en italiano y que "tenemos suficiente gente pero te haremos una prueba y te pagaremos 15 libras y trabajas de 4 a 11 o 12..." ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡15 libras por 7-8 horas de trabajo!!!!!!!!!!! Pero, ¿¿qué es esto?? ¿¿Una competición para ver quién paga el sueldo más miserable??

Así que, aquel miércoles fui a dos entrevistas y por la noche sopesé y decidí. Al final me quedé con "La Nonna", pasando platos de la cocina a las mesas. Sólo me pagan £25 por 6-7 horas de trabajo (¡¡MENOS QUE EN ESPAÑA!!) pero bueno, al menos me dará para pagar el alquiler. Aunque sea me cambio de casa (he encontrado una habitacion bastante maja por 55 libras, en la casa de al lado de Elana y Joe), pero bueno, tengo que pensármelo... aunque no tengo mucho tiempo. Lo haré durante el trabajo, que trabajando en un restaurante tienes mucho tiempo para darle vueltas a la cabeza.

El curro está un poco lejos de casa (tengo que coger dos buses), pero como empiezo por la tarde, a las 6, no da pereza estarte un buen rato paseando en autobus. La única putada es cuando acabo por la noche, porque sólo hay buses nocturnos que pasan cada media hora... o cuando les viene en gana. El sitio está muy bien; imagínate: restaurante italiano... y tooooodos son italianos menos yo, una camarera bosnia, un pinche brasileño y el mánager que es "half-half" ítalo-británico. Con lo cual, tooodo es fiesta y diversión. Se pasan toda la noche con los clientes, que si "Excusa, bella", "MAMMA MIA!!" "PREGO" "BELLA" ... bla, bla, bla... ¡¡¡A grito pelao!!! Yo pensaba que los españoles estábamos un poco chiflados, pero esque estos... JAJAJA. Ayer, había un cumpleaños y uno de los camareros va, coge la guitarra y empieza a cantar el "HAPPY BIRTHDAY"... fue como un parón. De pronto todos los camareros se paran, nos ponemos todos alrededor de la mesa... y hala, ¡¡a cantar!! Que si la tartita que si LA-LA-LA. Genial, la verdad es que me gustó mucho. Al menos me siento cómoda porque todos se ayudan unos a otros y no hay malos rollos. Se pasan toda la noche preguntándome "How are you?" (¿Qué tal?). Vamos, que con la poca proporción de mujeres que hay, si no encuentro novio ahora, ¡¡¡¡no lo encuentro nunca!!!! JAJAJA (en serio, creo que hay como 12 empleados, y sólo dos chicas... y encima la otra se casa la semana que viene...

Y, bueno, el trabajo, bien, aunque cansado. El jueves tuvimos dos mesas que estuvieron dos horas sentados sin hacer nada (mas que tomar cafe y cafe) y al final, a la 1 y poco (sí, de la mañana, de la mañana) me dijeron que me fuese a casa. Y como aquí en Londres los transportes van como van, entre coger un bus y otro, llegué a las 2 a casa. Los compañeros me dijeron que nunca había pasado, que siempre los jueves se van a las 23:30h... ¡Eso es porque aún no estaba yo trabajando, y los clientes salían espantados! No si tal y como llevo el mesecito, voy repartiendo mis energías por todos los sitios... Pero aún así, necesito dormir un montón porque acabo hecha polvo. Hoy he dormido hasta las 11 de la mañana y ni me he enterao de que los del piso salían de casa. ¡Estaba realmente reventada!
Ayer me pagaron mi primer sueldo... 75 libras. No es demasiado, pero al menos puedo pagar la habitación, y aún tener algo de sobras.

Y hoy por fin he quedado con Núria, la amiga de mi hermana, que lleva aquí un montón de tiempo, a ver si me explica truquitos y cosas para sobrevivir en esta selva. ¡Mañana más!

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