lunes, 22 de noviembre de 2004

Vaya paliza...

Pues sí, una paliza de semana. Entre currar, buscar (y encontrar) piso y trasladarme me siento como si tuviese 10 años más. Ah, bueno, y fiesta incluída, Tot s'ha de dir!

El encuentro con Núria el domingo fue genial. Me dio un montón de energía para seguir luchando. Hacía tanto que no nos veíamos que, bueno, yo la recordaba muuucho más alta (claro, yo tendría 10 años y ella, pues 17... no va a ser más alta, ¡no te jode! :)). Me estuvo dando consejos, truquitos, ánimos y demás para no deprimirme. Según me dice, tuvo mucha suerte de encontrar el curro que encontró (algo así como funcionaria del gobierno, hala). Joder qué envidia me da. Pero se estuvo un montón de tiempo sin curro, porque primero tuvo que hacer unas oposiciones y luego tardó en recibir la respuesta, y se agobiaba mucho, así que entiende cómo lo que estoy pasando. Desde que llegó hasta que empezó a currar, se tiró como 9 meses simplemente paseando y visitando Londres. Anda que no me gustaría a mí poder hacer eso. Pero ella ya tenía dinero ahorrado de antes, cosa que yo no tengo. En fin, que después de un mes escuchando solo inglés y enfrentándome a la cruda realidad de la cultura inglesa se hizo agradable poder hablar con ella. Y ahora, a ver si podemos quedar más a menudo. Dice que me quiere llevar un día de compras por las tiendas pijas y esas cosas. Bueno, de compras no; solo mirar. Así que habrá que ver cuánto podemos llegar a mirar sin que nos cobren ^_^

Fui a mirar esa habitación que me ofrecía la vecina de Elana y Joe, y no era una gran maravilla y hacía bastante frío... Pero por lo menos me ahorro £15 a la semana... que vale, no es mucho, pero es prácticamente con lo que como, porque el restaurante aún no da pa mucho. Pero... no sé, no estoy segura; no sé si cambiarme a la casa de los vecinos de Joe y Elana porque, pa tener una habitacion fría... Con lo poco que me gusta a mí el frío... :'(

El martes era el cumpleaños de Valerio, uno de los chicos del restaurante, y después de cenar nos fuimos a su piso. La que había ahí montada. Gente bebiendo, con la música a toda pastilla, ventanas abiertas, porros rulando constantemente... No, si los vicios me siguen vaya donde vaya :-D Así que, bueno, mi primera fiesta casera... Y no iba a perder la oportunidad. Total, no trabajaba al día siguiente hasta por la tarde y Valerio se iba para Italia en pocas horas (solo a pasar unos días).
Al final se me hizo tan tarde, que llegó la hora de acompañar a Valerio para que cogiese el bus al aeropuerto, porque era demasiado pronto para pillar el tren. Así que, le cogimos como pudimos, porque el tío iba bastante pasado y entre unos cuantos nos lo llevamos hasta el bus. Durante todo el camino tuve oportunida de hablar con la chica cubana, que vivía en Suiza, y que decía que quería irse a casa porque esto de trabajar (de au-pair) no era para ella. Claro era una niña de papá (y, bueno, al menos lo reconocía) que su padre la había mandado a Londres para que aprendiera inglés y que aprendiera un poco sobre la vida, porque su madre la tenía demasiado mimada. Pero se ve que se vuelve ya... La verdad es que a veces la gente así dan un poco de... envidia cochina. Yo me tengo qeu venir aquí, con lo puesto, sin curro y sin nada. Y ella que puede permirse que sus padres le paguen un piso para ella sola y que, yo qué sé, la enchufen en un buen curro, va y no quiere aprovechar la oportunidad. Y también tiene razón: ¿para qué amargarte la vida si te lo dan todo hecho? Es cuestión de prioridades.
Pues al final llegamos al centro de Londres. Nos paramos un poco antes porque había que llegar a Victoria y el bus se paraba en Trafalgar Square (Valerio se había quedado sobado en el bus, y fue un coñazo despertarlo). Nos dejó en Westminster, y de ahí, fuimos caminando hasta Victoria (lo más jodido es que nadie tenía ni idea de por dónde coños paraba Victoria. Caminamos, preguntamos y al final llegamos. Y el autobús hacia Stansted había salido ya y creo que si cogía el otro, llegaba tarde. Al final paramos un taxi y le pedimos que cuánto para ir a Stansted. 60 libras (ñññoooss!!! ¿60 libras? ¡¡Pero si eso me cuesta a mí ir y volver de punta a punta de Mallorca!!). En fin. Lo metimos en un taxi (mini-cab, para ser más exactos) y lo mandamos para el aeropuerto. Y nos tocaba volver en bus, porque aún era pronto para el metro. Así que, entre tontería y tontería, llegué a casa a las 6 de la mañana. ¡Y por una vez no había estado de juerga bailando hasta las 5:30! :)

El miércoles fue un día horrible en el curro. Muy estresante, todo parecía que me salía mal, la chica bosnia hablándome fatal (menos mal que los otros me decían que pasase de ella). Y pa encima, el tío ese que conocí por casualidad en Tooting (James) me ha llamado hoy para quedar mañana. ¿Qué querrá? A ver, estaba mirando yo anuncios de pisos en una tienda, y sale este tío de un portal, me ve mirando anuncios y me pide que si busco piso. Pues sí, claro. Y me dice que él conoce una casa en la que puedo ir que la habitación está muy bien y tal y pascual. Pues muy agradecida por la ayuda. Me dio el teléfono de su amigo, pero vamos, ya está. Pues ahora, que quiere quedar conmigo. Bueno, vale. Así que quedé con él el jueves. Y bueno, el chaval parece majo, y me estuvo diciendo que podría buscar trabajo como asistente en el hospital, que ayudan mucho a la gente y tal (si pero los papeles que me dio decían que tenía que tener número de la seguridad social, y eso no lo tengo, porque no tengo contrato, así que...). Bueno, al final me dijo que me llamaría otro día (en fin).

El resto de la semana transcurrió entre currar, intentar descansar y volver a empaquetar las cosas para trasladarme el domingo. Joe me ayudó con el coche, aunque no tenía mucha cosa. Luego me quedé a cenar en su casa y me fui a dormir porque había tenido una semana horrible.

Y me estoy planteando irme en Navidades a Canarias. Mi hermana seguramente tenga a la niña por entonces, y a decir verdad, el curro en el restaurante no es el curro de mi vida, y no me quiero pasar las navidades aquí sola, y encima perdiéndome el nacimiento de mi sobrina/ahijada. Lo único malo va a ser cómo decirle al dueño que me las piro (vampiro!). Porque no es que aquí te paguen extra si trabajas el día de Navidad o de Nochebuena. No. Te pagan lo mismo y, hala, andando que es gerundio. Y no me hace gracia perderme el acontecimiento del año por 25 libras, la verdad. A ver si saco fuerzas de algún sitio y se lo digo. ¿Tendré de verdad miedo al rechazo? No sé; habrá que verlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario