viernes, 29 de febrero de 2008

Me voy al paro

Lo veíamos venir. Bueno, no lo veíamos venir así exactamente, pero sabíamos que algo chungo estaba pasando. Después de que los dos mandamás de la empresa presentasen su dimisión, sabíamos que volvería a pasar lo mismo que hace tres años, cuando me uní a Eidos.

Y así nos lo han dicho. Reestructuración de la empresa y eliminación de (al menos) 200± puestos de trabajo (reducción de empleados de 1000 y pico a 800 y pocos). Sobre todo con la brillante idea de trasladar el grupo de Producción (es decir, testeo y productores) a Montréal (Canadá). ¿Lo qué? Pues eso. Ahora los nativos franceses, italianos, alemanes, españoles, tendrán que cruzar el atlántico para poder trabajar testeando juegos. Y, lo mejor de todo, los pobres canadienses tendrán que recibir clases particulares de "teoría del fútbol", ya que por esas tierras no son muy conocedores de este deporte tan común a este lado del atlántico (por no decir, lo famosísimo que es también al sur de ese mismo continente).

Y me ha llegado la hora, pues, de centrar mis energías en econtrar algo mejor. Tal vez sea esta mi oportunidad de que las agencias, como conocen la situación actual, por fin escucharán mis plegarias y me ofrecerán ese trabajo extraordinario y tan bien pagado que está esperándome a la vuelta de la esquina. O tal vez haya llegado el momento de dedicarme a hacer traducciones freelance, que para algo es el motivo que me trajo a estas tierras.

Sea lo que fuere, es a su vez una gran putada y un gran alivio. Estoy relajada. He aprovechado el momento de... llamémoslo ira racionalizada, para enviar más currículums, o más bien, para continuar enviando currículums a las millones de agencias con las que ya había contactado, y también a amigos que tengo en otras empresas para que estén alerta de lo que pudiera surgir para mí. A ver qué pasa.