Con los años, acumulé más ganas de ir a Nueva York, ver los rascacielos, los carritos de comida en la calle, los taxis amarillos, el humo saliendo de las alcantarillas... Debería haber celebrado mi 30 cumpleaños en un sitio así. Intenté la idea de irme a Ámsterdam, pero me rendí al ver que muy poca gente se apuntaba. Pero este año le toca a Paul celebrar su 30 cumpleaños, a finales de enero, y ha decidido celebrarlo con estilo: nos vamos a Nueva York. Y bueno, tampoco está tan mal celebrar mi 32 cumpleaños por atrasado, ¿no? Es un capricho que me doy por haber trabajado tan duro este año :)
Aunque, en principio, el viaje era de solo 5 días, Derren y yo vamos a ir una semana. Iremos primero a visitar a su tía, y así vamos adelantando y viendo cosas que, a lo mejor, no nos dará tiempo ver después.
Y bueno, solo quería compartir la ilusión que me hace. Aunque aún falten dos meses.
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